“El ángel Gabriel fue enviado por Dios a. . . una virgen . . . María. Y acercándose a ella, le dijo: ¡Ave, llena eres de gracia, el Señor está contigo! Pero ella se turbó mucho ante aquellas palabras y pensó en qué clase de saludo podría ser éste.
Y el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado favor delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre; y su reino no tendrá fin”. Lucas 1:26-33.
“El día que María de Nazaret recibió el anuncio del ángel Gabriel y consintió en su Divina Maternidad, la historia del mundo se volvió hacia el océano de la Divina Gracia”. Cardenal Mare Oullet.
Oremos, Padre, te damos gracias por hacer de nuestra historia la historia de la gracia. Uno de nosotros pudo decirte un completo “SÍ”. Que podamos seguir su ejemplo y decirte siempre sí. Amén.